Luis E. Villegas N.
Tras la huella de la petronarrativa
venezolana, encontramos a « Elvia (novela caraqueña)»(1)
escrita
en 1912 del autor caraqueño Daniel
Rojas. Como queda dicho en anterior artículo introductorio a esta nueva sección
narrativa, no es sino hasta 1935 cuando aparece la primera novela del petróleo
(Mene) del autor Ramón Díaz Sánchez (1903-1968); es decir, 23 años después de
aparecer la novela «Elvia», que viene a representar una de las primeras
narrativas venezolanas donde el tema del petróleo aparece como parte de la
trama literaria.
La novela está escenificada en un
período de la historia venezolana que comprende el final del siglo XIX y
comienzos del XX. Corresponden a los gobiernos de Cipriano Castro y J.V. Gómez.
Son los tiempos de final de las «montoneras» como vía para acceder al poder;
mecanismo que se había convertido en una tradición político-militar durante toda la segunda mitad del siglo XIX
venezolano. La dictadura gomecista tras
una férrea represión y control político-policial, cierra el ciclo de las
«montoneras» y generales que a caballo marchando hacia Caracas para tomar el
poder.
Dada la reacción (anti-yanqui) que
encontramos en los personajes de la novela, es pertinente recordar que hacia
1880 los EE.UU. logran la hegemonía del control del continente, frente a las
otras naciones imperialistas europeas. Los norteamericanos levantan la bandera
“América para los americanos”, expresión de la política Monroe. El escenario
donde se inscribe la novela va a reflejar las políticas norteamericanas de
búsqueda de control de mercados y materias primas en todo el continente; el
cual considera como «su patio trasero»
La Trama de la novela se despliega a
lo largo de 93 páginas agrupadas en 12 capítulos; sigue un desarrollo lineal y
cronológico. En la secuencia narrativa encontramos tres momentos que vienen a
identificar la estructura narrativa de la novela. Un comienzo introductorio
donde se muestra el contexto político-social y el prototipo de personajes que
encarnan la burguesía caraqueña de comienzos del siglo XX; introducción que
ocupa los cuatro primeros capítulos. El segundo momento va del capítulo V al
IX; caracterizado por el noviazgo de los personajes Enrique y Elvia, cuya narración corresponde a un romanticismo
que raya con la novela rosa. El tercer momento corresponde a los dos últimos
capítulos donde aparece la temática del petróleo, la estafa al personaje héroe,
la inclemencia de la ley al servicio de la dictadura, el destierro político y
cierra la novela con un clásico final feliz: Enrique recupera sus propiedades, cambia el gobierno
que pone fin a su destierro, el reencuentro entre los novios, casándose con
todo el esplendor de la burguesía caraqueña.
El petróleo como parte de la trama
aparece al final de la novela como un hecho significativo de la sociedad
venezolana; por un lado, impacta la vida de los personajes representativos de
la burguesía caraqueña que el autor ha dedicado bastante espacio en su
descripción. Por otro lado, implica o está relacionado con las relaciones de negocios oscuros con
sectores extranjeros, vinculados o que actúan bajo la protección del gobierno
del cual forma parte de esos intereses.
La visión del valor estratégico y político del petróleo lo tiene el
extranjero; por tanto, su relación trasciende toda actividad comercial o de
compra- venta. El hecho se manifiesta como génesis de lo que implica la
comercialización y el control de las futuras explotación petrolera, tanto en
las transacciones jurídicas, como el impacto de la población involucrada en el
ámbito petrolero.
La burguesía caraqueña de principios
del siglo XX ocupa todo el espacio de la novela. Un tono irónico se trasluce
bajo sus descripciones, presentándola como una clase ignorante, extravagante:
La copia de moda extranjera en el vestir es el centro de la preocupación y
alarde de ese sector burgués, que combina con las más fantásticas necedades
exhibidas como ocurrencias originales. Una semblanza de uno de los personajes
principales, como reflejo o muestra del carácter de esa burguesía, nos la da el
autor al comienzo de la novela, es el caso del personaje Roberto Díaz que viene
a representar uno de los hombres “virtuosos y morales” de esa sociedad
caraqueña.
“Sus
padres… apenas pudieron inculcarle una instrucción nocional, que él tornátil y
perezoso, no procuró consolidar, antes bien fue desmoralizada con lecturas
heterogéneas en que prevalecía la novela como fuente de instrucción…”
“…
era a los treinta años la frivolidad domiciliada…vestido siempre al último
figurín.”
Roberto Díaz asume una postura de
arribista, el oportunismo como profesión. Llegó a conquistar un cargo como
empleado público y de él se decía que tal era su habilidad lisonjera, que lo
mantenía a pesar que los gobiernos cambiaran. Logró fortuna tras los vínculos y
relaciones con el Estado. Su carrera social la incrementó casándose con una
mujer de familia adinerada. El autor no desperdicia espacio para describir en
su ignorancia y falta de atributos que la
naturaleza le negara. Ellos serán pues los padres de Elvia, personaje
principal de la novela. Otro tanto, algo más matizado podemos decir del
personaje Enrique Bustamante; quién será junto a Elvia el centro de la novela.
Personajes estos que vienen a representar una muestra de esa sociedad
caraqueña, si podemos decir así, representante de la pequeña y gran burguesía,
En el desarrollo de la novela
encontramos a estos personajes en posiciones sociales que representan la
condición ética y moral de esa sociedad caraqueña. Son los señores respetados
de familias importantes con pasados (inventados o creados) vinculados a los
héroes de la gesta de independencia; en síntesis, familias y personajes que
encarnan «la moral y las buenas costumbres», que son el sostén de la sociedad,
como tradicionalmente se mantiene en el imaginario político cultural
venezolano. Tenemos pues, unos mismos personajes cuyos atributos culturales y
humanos el autor no ha mostrado mutación alguna y de arribistas e ignorantes
pasan a ser personas dignas, equilibradas y de condición moral intachables;
cuyo valor fundamental es un pasado épico de la historia venezolana. Este es
pues el entramado socio cultural sobre el cual se desarrolla esa burguesía
caraqueña. No aparece como elemento de la transformación social venezolana la
ciencia y la cultura.
La burguesía caraqueña y el petróleo
como germen de la transformación de la historia y la sociedad venezolana, son
dos elementos que Daniel Rojas nos muestra de una realidad que el petróleo
transforma en las siguientes décadas, y hasta hoy en la Venezuela petrolera.
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(1). Elvia, (Novela
caraqueña). Daniel Rojas. ©Fundación Biblioteca Ayacucho 2017. Serie Petróleo-
Caracas. Venezuela.
Exelente tu apreciación sobre el relato de la novela Elvia....Sin haberla leído expones con gran habilidad la esencia del mensaje del autor. Felicitaciones para este aporte a la comunidad web...Mucho más para los Venezolanos de hoy de encontrarnos con lo que somos históricamente y lo que debemos ser en la actualidad para un futuro mejor como nación... Gracias Villegas
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