Del país petrolero al migrante. I
Luis
E. Villegas N.
Diaspora venezolana |
«Siete por Tres
supo que había atravesado el espejo para penetrar en el envés de la realidad,
donde se extiende en silencio, a la sombra de la raquítica patria oficial, el
inconmensurable continente clandestino de los parias. »
Laura
Restrepo
A modo de prólogo.
El presente artículo (1) es una especie de marco general histórico referido, primero a la idea de exilio, que entendemos también por las expresiones migración, deportación, expatriación, destierro, etc.; segundo, es una generalísima panorámica de la democracia venezolana concebida como marco de la reflexión.
Por lo general, todo exilio es producto de crisis, tanto humanas, políticas, como económicas. En estas pinceladas históricas buscamos evidenciar los momentos estelares de los procesos político-sociales donde se manifiestan las crisis, que son factores que acompañan la emergencia del fenómeno del exilio. Así pues, el objeto no es otro que establecer un marco para la reflexión que nos permita la comprensión del fenómeno. (2)
Consiente estamos que esta introducción adolece de elementos que exige una reflexión más profunda de los hechos en su sentido históricos a los que nos referimos; pero dado las limitaciones de espacio que exige esta crónica en formato de columna, y en función de la temática que nos ocupa, buscamos con ella destacar algunos elementos que enmarcan la reflexión sobre el fenómeno exilio y no se trata de hacer historia del período.
Es oportuno también plantear que nuestra reflexión sobre el exilio tiene una perspectiva general y no se circunscribe al caso venezolano y estará enmarcada en el contexto general de la región y el mundo dado que la diáspora es la impronta de los países del tercer mundo.
Queremos pues, contribuir a una comprensión del proceso político ideológico donde estamos insertos y del devenir en común que tenemos, en este sentido la reflexión será abordada desde distintas perspectivas; tales como la literatura, el ensayo y la filosofía. Ésta, como las siguientes crónicas, pretende dar cuenta del proceso en que hemos entrado, del país que se ha configurado y que no se corresponde con el horizonte del país de dónde venimos.
Del país petrolero al migrante. I.
1. Nacimiento y evolución de un país petrolero. Ha transcurrido un poco más de un siglo desde el “reventón” del barroso II en la Ciudad de Cabimas, el 14 de Diciembre de 1922. A partir de entonces fuimos el país de la bonanza; sin embargo, ya a finales del siglo, hacia los años 80, comienza a evidenciarse la crisis y los primeros síntomas de la migración, principalmente en sectores profesionales, como signos de lo que más tarde se caracterizaría como la diáspora venezolana.
¿Cómo comprende el venezolano este proceso vivido por el país? ¿Qué lectura le da? ¿Con que herramientas estamos leyendo lo que está sucediendo?
Aprendimos… nos enseñaron, a ver el mundo a la manera occidental; es decir, a concebir la historia de manera lineal, irreversible, de progreso continuo, con un sentido teleológico, y lo creímos así, ya que en nuestra experiencia personal y de país, en nuestra historia chica, veíamos que se confirmaba tal perspectiva.
¡Nadie imaginaba que una situación como la que vivimos hoy pudiera ocurrir en Venezuela! Esta idea de la historia, inserta en nuestro imaginario político-cultural, no nos facilita la comprensión de lo ocurrido. La cuestión es que muchos de nosotros, que no nos explicamos cómo pudo pasar lo que paso, reaccionamos sin norte buscando una explicación. Las preguntas emergieron desde distintos ángulos; para muestra un botón es suficiente:
» ¡Pero si ya “habíamos llegado a la modernidad” con el petróleo, los adecos, los copeyanos y los comunistas que dejaron a un lado para que no aguaran la fiesta! ¡La realidad hoy es otra muy diferente! ¿Cómo ocurrió todo esto?
» ¿Puede llamarse paradoja el hecho que más de un cuarto de la población del país esté fuera como refugiados migrantes, desplegados en 92 países del mundo y que representemos, según organismos internacionales, la segunda diáspora a nivel mundial?
» ¿Cómo explicar que siendo el país con las mayores reservas de hidrocarburos del mundo, su gente dependa de una bolsa de comida, compuestas en harinas, subsidiada por el gobierno para paliar el hambre?
» ¿Cómo entender que como trabajadores no contemos con la figura legal del salario, que históricamente ha determinado las relaciones obreros patronales, o si se prefiere, a mediado la lucha de clases?
» ¿Cómo entender que un Estado, que lo detenta un gobierno que se proclama revolucionario, haya desmontado todo el entramado histórico-social construido por el Movimiento Obrero en el transcurso de un siglo?
Recordemos lo que posibilitó sus luchas: primero integrar al país a partir de la huelga petrolera del 36, fracturado por la política de “enclave petrolero” ( Versión actual de las ZEE) donde existía zonas que funcionaban como un país dentro del país, segundo, tejer con las luchas reivindicativas, durante un siglo, todo el entramado de relaciones político-sociales de la sociedad venezolana con sus organizaciones obreras y populares; todo ello, en el contexto del país petrolero que fue emergiendo.
No son preguntas ociosas, obvias, que puedan responderse fácilmente poniendo la causa en un agente único tal como: el imperialismo, el gobierno, la derecha, el comunismo, que dios lo quiso así… Los hechos implican un proceso complejo del que es necesario decodificar a fin de encontrar su sentido histórico y la lógica de su devenir.
Consiente somos que responder a tales interrogantes es un reto que desborda estas crónicas. Las respuestas al el hecho político-social que vivimos implica acción, y la acción reflexión que oriente el rumbo. En este sentido, este es un proceso cuyo protagonista son los trabajadores y los sectores populares. Concebimos nuestra reflexión como un modesto aporte al proceso general que tiene por delante el pueblo venezolano.
2. El exilio en su
sentido general e histórico. Como un atributo de
los procesos históricos podemos considerar al exilio, como parte del proceso
que viven los pueblos. De ello podemos inferir que no hay pueblo alguno que no
haya vivido esa experiencia.
Aún cuando el exilio parezca
ser una condición vivida y sufrida sólo por personas, sus manifestaciones son
diversas: existen casos individuales como colectivos, así como situaciones
internas y externas, también de tipo
voluntaria o forzadas; pero en todo caso, el hecho del exilio implica la
separación de una persona de la tierra en que vive, lo cual provoca un
desgarramiento vital en el Ser personal y colectivo de aquel que vive el
fenómeno.
Entre la historia de
los pueblos más antiguos, la biblia registra el exilio o diáspora del pueblo
bíblico de Israel, que fue condenado a vivir fuera de su territorio en el año
586 a C, como consecuencia de la
conquista del rey babilónico
Nabuconodosor II. La lista de
hechos de esta naturaleza es inmensa tanto ayer como hoy. Las consecuencias
generales de tal desarraigo son diversas y múltiples y ha sido estudiado por diversas
especialistas de diversas épocas y con enfoques distintos, según la perspectiva
de análisis hecho. La historia registra, pues, en su desarrollo varias de esas
experiencias, cada una identificada por su lugar o sentido de ocurrencia. Ya
iremos haciendo referencia a ellas en el desarrollo de estas crónicas.
3. La experiencia
venezolana.
Venezuela no había vivido ni conocido este fenómeno con la magnitud que sí
otros pueblos han vivido. Esta
experiencia aparece a partir de los años 80 con el desarrollo de la crisis venezolana
producto de la implantación del neoliberalismo en el país. Nuestra historia,
antes de llegar la crisis, nos había diferenciado del resto de la América
Latina y así lo creímos. Consideración ésta que hacemos conociendo del largo proceso
de mestizaje que conformó nuestra identidad americana tras el proceso de
colonización iniciada en el siglo XV con
la traída del hermano africano como exilado, desplazado, como esclavo, a estas
tierras americanas.
Es común encontrar en
nuestra historiografía sobre la Democracia, frases como: “Regresaron los
dirigentes exilados, fundaron los partidos y dieron paso a las expresiones
políticas modernas que eran alternativas a la barbarie representada por el
“gomecismo”.
En el imaginario
político cultural-venezolano, el exilio venía a representar una especie de
“condición necesaria”, de atributo político y social, el cual pertenecía a la
aureola del dirigente político-empresario salvadores del país, que “a su
regreso a la patria”, eran recibidos como héroes nacionales y pasaban a
conformar ese cuerpo de personajes que por “derecho natural” unos, social otros,
y de manera especial las tradicionales
familias, eternos señores dueños de cosas y gente, le correspondía gobernar al
país.
Así se hicieron, y
nacieron los “dirigentes históricos” de corte socialdemócrata, democratacristianos,
liberales, industriales liberales y desarrollistas, que junto con la burguesía
criolla, asociada con los intereses del capital trasnacional, principalmente
estadounidenses, han reinado como héroes y padres de la democracia
representativa que nos rescato de la barbarie.
4. Un país petrolero
receptor de migrantes.
El país vivió la experiencia de ser receptora de exilados europeos y
sudamericanos. En el transcurso de la segunda parte del siglo XX, desde los
años cincuenta, muchos los hombres y mujeres que huían de los estragos que dejo
la guerra, tanto la del 36 español, del fascismo europeo y de la de la segunda
guerra mundial llegaron a Venezuela. Más tarde, fue receptora de las persecuciones
políticas de las dictaduras militares-estadunidenses del cono sur; ni se diga
del chile de Pinochet. Estos exilios correspondían, tanto a las persecuciones
políticas, como al éxodo producto de las situaciones de pobreza creadas por las
crisis económicas y sociales vividas por esos países.
Por esos años Venezuela
permanecía incólume, con su modelo democrático-petrolero bajo el control
estadounidense. En este contexto de flujos y reflujos políticos y económicos, transcurrió la democracia
representativa inaugurada en 1959 que duraría 40 años. Finalizaba el período en
una terrible crisis de todas sus instituciones y un pueblo frustrado de la
política y los políticos, poniendo fin a la llamada Democracia Representativa.
Terminaba, pues, el sueño del modelo representativo a consecuencias de la
implantación de políticas neoliberales con sus reacciones de los sectores
populares.
5. El país chavista, de
la súper bonanza petrolera. Llegamos así al período o la era del chavismo que se inicia
en el año 1999. Se introduce un nuevo ciclo que proclama
el nacimiento de la Democracia Participativa, experiencia que cuenta ya 25 años
y dos presidentes: Chávez y Maduro.
El modelo chavista
introduce cambios en el Estado comenzando por su ampliación, el control general
de la economía, el incremento de su rol de empresario. Se implementa una
política de control de precios y de control de cambios. Chávez comienza su
gobierno favoreciéndole el incremento de los precios del petróleo, lo que le
permite implementar políticas sociales al interior del país, así como alianzas
solidarias con otros países contribuyendo a crear un clima de integración
regional entre los países.
Durante el gobierno se
favorecieron iniciativas, más allá de
las tradicionales que venían gozando los empresarios, sin romper con ellos,
claro está, promovió el cooperativismo y empresas de interés social no
privadas.
Los patronos, que
participaban de los beneficios producto del negocio con los gobiernos, debieron
sincerar su producción, principalmente aquellas que vivían de los préstamos del
Estado y que nunca se pagaban, así como en negocios de exportación. Producto de
esta política muchas empresas cerraron y otras quebraron, algunas fueron
expropiadas o compradas por el Estado y “entregadas a los trabajadores” bajo el control de burócratas del gobierno o
militares.
Estos cambios, así como
sus escasos resultados, condujeron a un cuadro de hiperinflación, producto de
la ausencia de producción y de la incapacidad de los “nuevos gerentes” para desarrollar una empresa,
causando desequilibró en la economía, y
un deterioro de los niveles de de vida del venezolano.
Chávez intento
profundizar el modelo y para ello en el 2007 promueve un referéndum
constituyente. El chavismo fue derrotado en las votaciones; sin embargo el
gobierno logra introducir la reforma a partir de leyes habilitantes, decretos
leyes y otras formas de reformas de la constitución, que le permitieron ampliar
su modelo.
Durante estos años de
inserción del chavismo el país vivió una fuerte polarización con un alto nivel de conflictividad
política. Se agudiza la acción de la derecha venezolana, alineada a las
orientaciones y el financiamiento de los EE.UU., al mismo tiempo que el
gobierno se atrinchero en su defensa. La confrontación impedía encontrar una
salida a la crisis y ésta continuaba su marchaba a pasos irreversibles.
6. Maduro heredero del
poder. Nuevo gobierno en el poder tras la muerte de
Chávez. Maduro cupo los períodos que
corresponden primero en 2013-2019 y el segundo, 2019-2025. Las elecciones para
el período 2025-2031 fueron adelantada para julio 2024, de cuyo resultado
oficial fue proclamado Maduro como ganador, a pesar de una serie de dudas e
irregularidades que no dejan transparencia en los resultados y el país se sumerge en una nueva crisis política,
Esta es historia
actual, ampliamente conocida y en desarrollo, que mantiene al país en una
confrontación abierta con la derecha criolla y la internacional, donde se
manifiestan en franca participación directa los EE.UU. y la UE; así como
también los piases euroasiáticos con Rusia y China a la cabeza.
En resumen y en orden
de situar la cuestión del exilio; los puntos culminantes de la agudización del
proceso migratorio, que ya venía desarrollándose, se agudiza y profundiza en los
años 2014-2017. La crisis se manifiesta en la escasez de alimentos, productos
personales y medicinas. Período crítico donde la oposición unidad gana las
elecciones parlamentarias.
La segunda fase de
agudización de la migración en ese período se corresponde con la búsqueda de
conseguir mejoras en las condiciones de vida; es decir, ya no se trataba de
sobrevivir a una coyuntura dado que el problema se había convertido en estructural; por tanto,
la salida era entonces encontrar otros horizontes más definitivos y eso solo
era posible fuera del país. La migración se convirtió entonces en la
característica, en el sello distintivo
de la sociedad venezolana.
Sirva pues esta
panorámica de marco general a la reflexión que nos convoca la presente realidad
venezolana y sudamericana.
Notas:
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(2) Para la lectura del primer artículo con que
se inicia la serie, los lectores interesados
pueden encontrarlo en: https://www.aporrea.org/actualidad/a334292.html#google_vignette
(2) Para lectores interesados en esta y otras temáticas de la literatura, puede visitar el blog, América en su Historia, su Literatura y su Filosofía, en la siguiente dirección: https://americaseryliteratura.blogspot.com/
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