Del país petrolero al migrante II
Luis E. Villegas N .
Radiografía de un país minero (1)
La diáspora de un país minero tiene que ver con la mina o con la violencia política. Ambos son factores que configuran la actual “errante humanidad” que echo andar por los diversos caminos del mundo, buscando un espacio donde anclar la vida que se le niega en su propio pueblo.
1.
Los
Migrantes en el mundo. La humanidad errante vive una inexorable
realidad que pesa en su existencia:
¡1 de cada 67 personas en el mundo se ve forzada a huir!
Son millones los
apátridas sobre la faz de la tierra; es decir, personas, que se les ha negado
la nacionalidad y sus derechos fundamentales tales como: Educación, atención
médica, empleo, libertad de circulación, etc. Existen 117, 3 millones 300 mil
personas desplazadas en el mundo. De ellos,
43 millones 400 mil son refugiados y al menos el 40 % son menores de 18 años.
Para el 2020, existían aproximadamente 281 millones de migrantes internacionales que representan aproximadamente 3,6 % de la población mundial. Estas cifras son superiores en 128 millones en comparación con 1990 y triplica las de 1970. La diferencia entre hombres y mujeres es como sigue: Para el 2000 habían 88 millones (49%) de hombres contra 86 millones (49,4%) de mujeres. Para el 2020 fue 146 millones (51%) hombres y 135 millones (48%) mujeres.
En
regiones del mundo donde llegan los migrantes tenemos: Para el 2022: Europa 87
millones; Asia 86 millones. Norteamérica 59 millones. Disminuye en África con 9%;
América Latina y el Caribe 5% y Oceanía 3%. Para el 2020 la más altas
proporciones de migrantes fueron: Oceanía 22%; Norteamérica 16% y Europa 12%.
En comparación la proporción de migrantes internacionales fue más pequeña en
Asía 1,8%; África 1,9 %y América latina y el Caribe 2,3%.
Los venezolanos formamos parte de los países con mayor número de desplazados en el mundo; estamos entre los primeros. La pregunta emerge: ¿“Cómo se ha podido llegar a esta situación?
2. Venezuela, un país con alma errante (2). La historia de la población venezolana ha estado signada por la impronta del desplazamiento político-social. En la primera parte del siglo XIX fue causa del desplazamiento las guerras de independencia; finalizadas éstas, continúo la marcha provocada por las luchas entre caudillos, que montados a caballo y tras la refriega tomaban el poder de la República con una población a cuestas utilizada como carne de cañón. Entramos al siglo XX y con él la diáspora desde distintos puntos geográficos del territorio venezolano, atraída cual imán, poblaba los campos petroleros; más tarde, en la segunda mitad del siglo, fueron los centros industriales, el manufacturero al centro del país y el de la industria pesada, Matanzas, Ciudad Guayana.
Después los desplazamientos fueron de los pueblos a las Ciudades que habían crecido, buscando lo que el pueblo no podía darles. El punto de destino principal fue Caracas. Hoy, ya a las alturas de las primeras décadas del siglo XXI, la historia no ha cambiado; sin embargo, ya no es del tradicional pueblo del cual se huye; hoy ante una realidad de país que niega toda oportunidad, la diáspora venezolana erra por el mundo.
Esta es la historia del pueblo venezolano, la real, la que no se cuenta. Una historia cuyo núcleo es el desplazamiento convertido en diáspora. Una historia de pesares y sacrificios de una multitud que habita un país que posee las más diversas riquezas con que la naturaleza la proveyó, que paradójicamente ayer vivió desterrado en su propia tierra y hoy lo hace fuera de su país.
Una historia que nos interpela a preguntarnos por lo que somos y lo que hemos sido. Que nos interroga en torno al horizonte que el devenir (que construimos nosotros mismos) nos depara.
3, Definición de la diáspora venezolana. Generalmente un término describe una realidad, cuyo origen se da en un momento y una circunstancia dada. Acontece entonces que con el transcurrir del tiempo la realidad cambia y se hace más compleja; sin embargo, pesar de ello, seguimos nombrando la realidad con el mismo término, aún cuando ella no contenga la dimensión de aquello que nombramos.
Este proceso sucede con muchos términos, entre ellos el de diáspora. Cuando así llamamos al fenómeno migratorio venezolano debemos tener en cuenta este hecho. Es decir, debemos demarcar el alcance y límite del término a fin que podamos comprender la dimensión de lo que con ello queremos significar.
El sentido originario del término diáspora nos remite al pueblo bíblico de Israel. En su sentido actual general, se refiere a la dispersión de grupos étnicos o religiosos que abandonan su tierra originaria y se encuentran repartidos por el mundo. Definición que hoy se hace extensiva a las migraciones colectivas de los pueblos y que representan el signo del actual de nuestro tiempo.
La caracterización de la realidad migratoria venezolana es compleja. Ella se encuentra, en tanto que causa, en el marco de un contexto internacional de confrontación entre potencias que se están repartiendo el mundo, que tienen su expresión en la realidad política económica del país, donde se ha producido un nivel álgido de polarización y confrontación entre sectores políticos que representan esos intereses foráneos. Para algunos la migración tiene el sentido de refugiados; para otros es mixta y según ellos no es aplicable esa caracterización, dado que muchos de ellos han regresado al país y hasta han vuelven a salir.
Los hechos que marcan la migración venezolana es un proceso que tienen que ver con el fenómeno político- económico. Veamos algunos rasgos de este proceso: Una de las principales razones es la caída del presupuesto Público, con lo cual induce a la caracterización de migrantes-económicos. Para el 2000 el registro de las exportaciones del Estado fue nulo.
Por otro lado, el bloqueo a las finanzas del estado genero un shock en la estructura de servicios públicos. El saldo a las condiciones de vida de la población fue negativo entre 2017 y2021. Fue el período de mayor incremento de la migración venezolana, y a partir de esa fecha, las condiciones comenzaron a variar.
Desde la perspectiva política, la situación estuvo marcada por la confrontación entre sectores políticos, donde cabe señalar: Para 2003 ocurre el paro petrolero donde fueron expulsados de pdvsa 20 mil trabajadores. Entre 2005 y 2008 muchos empresarios abandonan el país a partir de las políticas de nacionalización de empresas industriales y agropecuarias.
Según algunos autores, se produjeron fuertes salidas de venezolanos que pueden caracterizarse como oleadas de migración venezolana durante el período 2013-20021. Uno, para el 2015 se registran 697.562 migrantes que comprenden el 2,3%. Dos, para el 2017se registro 1,42 millones, que corresponde a 5,54%. Tres, para el 2018 la hiperinflación incremento la migración en 2,3 millones correspondiendo al 7 %.
4. Venezuela, los que se fueron. Son 7
millones 774 mil 494 venezolanos en el mundo. De ellos, están en América Latina
y el Caribe 6 millones 590 mil 671. (R4V).
Esta es una cifra que todavía no logramos asimilar. Pasamos
de un desplazamiento interno en toda nuestra historia a una diáspora
internacional, que como país representa
una tragedia sin referente histórico. No es poca cosa para vida de un país el hecho
que más de una cuarto de su población haya estado obligada a salir fuera de
ella.
La migración ha sido un proceso urgente, constante,
progresivo y también intempestivo. Primero fueron los profesionales, médicos,
ingenieros, profesores, maestros, etc., etc., siguieron los técnicos, después
la mano de obra calificada y luego la multitud venezolana más desfavorecida.
Para muestra un botón. De Diciembre 2023 a Mayo 2024,
55 mil personas se sumaron a la diáspora.
(Llegando a la cifra señalada arriba). Por la ruta del desierto del Diaren (Panamá)
cruzaron 113.244, desde Colombia entre Enero
y Mayo 2024. Según reportes del
Servicio nacional de Migración de Panamá.
Entre los países con mayor número de venezolanos
migrantes están: Colombia 2.813.997
millones (42%) / Perú 1.662.889.
(24,96 %). Ambos países representan el 67,21 %. Chile y Brasil representan el 16, 77 %. Estos cuatro países llegaron el 83,98 % de
los venezolanos desplazados en América Latina.
5.
Venezuela, los que se quedaron. La condición general de la familia venezolana no migrante
vive, entre otros rasgos característicos, la siguiente: 1. Deterioro progresivo
y constante de la capacidad de la familia para alimentarse. 2. Los sectores
populares, los más vulnerables, deben inventar estrategias drásticas de
supervivencia para poder alimentarse.
Las políticas que el gobierno implementa son paliativas que no representan una real política para enfrentar la migración. Un problema agudo lo represento la hiperinflación; fue un periodo muy duro de supervivencia para la población. El gobierno logró superarla entrando en el esquema de inflación regular que forma parte del juego de la economía. Esto permitió paliar el impacto del deterioro de las condiciones de vida de la población. A pesar de ello el acceso a las medicinas y las condiciones de alimentación siguen siendo difíciles para la población.
El gobierno tiene un “programa de asistencia” a la población, como lo son los claps (Venta de productos subsidiados); sin embargo, los expertos lo han calificado de: 1. Ser un programa deficiente y contraproducente. 2. Un programa alimentario de valor nutricional nulo, (productos principalmente harinas) 3. Su distribución es arbitraria y extremadamente irregular, principalmente en las ciudades del interior del país.
En cuanto a las condiciones, los trabajadores están a merced de los patronos. El principal Patrón es el Estado. No existe un régimen de salarios. Existe un salario mínimo de 130 bs al mes como formula administrativa, la figura del salario fue cambiada por una estructura de bonificación anárquica y caprichosa que deciden los patronos privados y el gobierno. No existen contratos colectivos ni prestaciones sociales dado que no hay salario. El desempleo es muy extenso entre la población, la cual debe subsistir con el trabajo de buhonero y los llamados “emprendimientos que no son más que actividades que buscan introducir la idea que todos somos patronos.
Tenemos
pues, una radiografía de la realidad de Venezuela, donde la migración no es más
que el efecto de una causa estructural de la crisis por la que atraviesa el
país. No hay salida a la actual situación sin la perspectiva de construcción de
una sociedad auténticamente democrática, donde el espacio de la política sea la
muchedumbre, más allá de esa historia donde la representación no es más que una
capa burocrática que se erige en dueña del país. Recordando la vieja consigna,
en busca de una alternativa podemos decir: «Solo el pueblo salva al pueblo»
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