Crónica del exilio.
El desplazado en la narrativa Latinoamericana.
La literatura da cuenta del fenómeno del
exilio. En ella encontramos una especie de «antropología del desplazamiento»
donde se despliega la vida del migrante, del exilado, del expatriado, del
paria.
La literatura del exilio nos habla del
vínculo tierra-hombre como sentido de pertenencia, de enraizamiento, como hecho
constitutivo de la condición humano. Vinculo que se crea a partir del tiempo
vital que configura la existencia a partir de la lucha por la supervivencia. (1)
El desplazamiento es un hecho que
encontramos bajo distintas modalidades en la historia humana. En nuestra
contemporaneidad la percibimos con un especial énfasis dejándonos la
sensación de ser una de las
manifestaciones distintivas de nuestra era. Como manifestación del hecho
social-humano, el desplazamiento emerge en un contexto de conflictividad y
violencia institucional y política. El hecho que habitemos un mundo globalizado
hace más evidente el fenómeno.
Laura Restrepo (Bogotá 1950) en su novela La multitud errante (2001) (2) nos narra las relaciones que se establecen entre seres que viven y se relacionan en un contexto permanente de violencia generalizada. Espacio éste desde donde se va desarrollando la vida, donde la cotidianidad es trastocada por los efectos de la guerra. En esta lucha por la supervivencia emerge el desplazamiento, hecho que se presenta cual tabla de salvación ante un inexorable destino de muerte.
El marco general de la novela está
representado por el fenómeno de la violencia vivido por la población colombiana.
Allí surge el fenómeno del desplazamiento a partir del asesinato de Jorge
Eliecer Gaitán en 1949. Violencia que ha cruzado toda la segunda mitad del
siglo XX colombiano y lo que va del XXI; es decir un proceso que ya cuenta alrededor de
75 años de desarrollo.
Con referencia a la novela, su autora es
una consagrada escritora latinoamericana reconocida con el premio Alfaguara en
2004 y con el Grinzave Cavour en 2006. Ha escrito 11 novelas entre los años que
van entre 1989 y el 2020, un libro de cuentos
Pecado (2016), reportajes; Historia de
una traición (1986) e Historia de un
reencuentro (1995). Un libro de poesías para niños: Las vacas comen espaguetis (1989).
La autora ha vivido la experiencia de la
violencia colombiana, además de escritora es periodista; así como ha tenido
participación importante en la política colombiana actuando como
negociadora en el proceso de
pacificación de la guerrilla del M-19 durante los años 80. Actividad que le
costó el exilio, regresando al país cuando el movimiento había sido legalizado,
convertido en partido político, cuestión que le costó la muerte a sus miembros,
dada la traición del gobierno a los acuerdos y la política de exterminio del
Estado colombiano. La postura política de la escritora se le ubica como
intelectual de izquierda.
La
multitud errante
es una novela corta que se despliega en 60 páginas, ordenadas en 17 secciones o
capítulos. La trama está conformada por el tejido de relaciones que se
establece entre los administradores de un refugio y los desplazados que allí
llegan, haciendo un alto a su andariega vida de desplazados, para recuperar
fuerzas y seguir el camino a un destino incierto y desconocido
El título de la novela, La multitud errante nos remite a un
estado general de indefensión a que es sometida
la población, la cual sufre la transformación de pueblo a multitud o
muchedumbre, con las características propia de los procesos de masas que
responden a su propia lógica, distanciándose de la racionalidad que habita los
pueblos en los período de paz.
La narración está configurada por tres
personajes principales y un contexto histórico cuya manifestación principal es
la guerra y los desplazados que produce. El escenario esta representado; por un lado, un
albergue de refugiados, que financiado por organismos internacionales, cuya gerencia
es llevada por religiosas francesas, ubicado en un barrio perdido de un pueblo
del interior de Colombia. Por el otro, el drama de la vida de la gente
desplazada, que a partir de sus historia personales y colectivas desnudan la
violencia y la muerte producida por la guerra entre liberales y conservadores.
Los personajes principales son: Una de
las funcionaria de la institución, formada y educada en Francia, que trabaja en
el albergue en tanto que espacio de socorro y solidaridad con el desplazado. Es
el personaje-narrador de la novela. Un hombre joven que erra de pueblo en pueblo buscando a su madre
desaparecida en el tumulto que sorprendió al pueblo donde estaban, sin darles
tiempo a huir, donde arrasaron con todo los partidarios de una de las facciones
políticas que se enfrentaban con las otras.
La madre, más que un personaje físico es
la representación mítica que lleva el desplazado como manifestación colectiva
de la marejada humana que deambula en su desgracia. Representa el asidero de la
búsqueda de un imposible espacio humano
inexistente que le hace sobrellevar la vida de sobreviviente.
La autora, en el diestro manejo de su
técnica narrativa hace que el lector este inmerso en la realidad
político-social de un pueblo como lo es el colombiano, no a partir de un
discurso sobre la realidad, sino desde lo cotidiano de la vida del desterrado
en su condición de desplazado.
A partir del encuentro entre los
personajes, la autora teje la historia del país desde el presente y la
circunstancia que los rodea. Devela el entramado vital de los refugiados, donde
emerge su pasado, testimonio de una parte de la historia del pueblo colombiano.
En la narración, el personaje que representa la funcionaria, más allá de la
actividad burocrática, se va involucrando en la vida de la gente. De allí que en
una dialéctica entre el tiempo presente y el pasado se vaya develando la
historia de un pueblo, de la “muchedumbre errante”, y aún más, la de sí misma.
La condición humana del desplazado
emerge desde las primeras páginas. “… y
fue cuando le pregunte por el nombre”. Pregunta la funcionaria para el
registro del recién llegado. –“Me llamo siete-por-tres- me respondió…”.
Más que el hecho del por qué le llamaron
siete-por-tres, lo significativo es la razón por el cual un ser se convierte en
un número. El nombre funda, constituye lo nombrado y su significación da cuenta,
bien de ser una cosa o de un ser humano. En este caso el número tomaba el
puesto del nombre de un ser; por tanto, se había convertido en una cosa que erra;
que no tiene nombre.
Los procesos de explotación conducen a
la deshumanización, por lo general llevan a constituir al individuo en proletarios,
en parias y en los regímenes autoritarios los reduce a número. Un ser sin
nombre, como en el caso del desplazado, viene a representar, la materia prima de
las estadísticas, así como de los informes burocráticos de la administración de
instituciones sociales.
Dada la dialéctica de las relaciones se
produce el descubrimiento del Otro, y en ese proceso emerge la mismidad. La
funcionaria, entonces, se descubre a sí misma también como desplazada. La
relación allí establecida pone al descubierto la implicación de lo otro en la
mismidad. Es el fenómeno de la Solidaridad humana.
La trama de la vida humana es un
fenómeno complejo. De alguna manera el humano es un ser escindido, y lleva en
sí el destierro como su sombra. En esa escisión vital el retorno a sí mismo, el
vínculo a la tierra, implica una especie de reconciliación dada a través del
rencuentro con el otro y consigo mismo.
El fenómeno del desplazamiento inunda
todo el clima político-social envolviendo a la funcionaria. Trasciende su
condición de ciudadana de formación europea; una condición que no tenía nada que
ver en lo personal con el destino de los desplazados. Consideremos que la
autora no da nombre al personaje, pero no corre la misma suerte que siete-por-tres.
Su condición de desplazada es de otra naturaleza porque tiene nombre, siete-por-tres
hizo que se produjera el milagro al llamarla “ojos de agua”.
Siete-por-tres la nombra desde su ser
indígena; identificando la persona con la imagen de la naturaleza sudamericana,
“ojos claros” que hacen referencia a la claridad de los ojos que semeja lo
cristalino del agua, ojos claros como lo evidente y verdadero.
Sería entonces una desplazada producida
por el desgarramiento de la vida humana que la lleva a otra geografía que no es
la suya; que desnuda sus incomprendidas inquietudes vitales, que le explicita
el sentir humano que reclama concreción, asidero en un espacio vital humano más
allá de la geografía que ella conocía.
Notas
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(1) Para lectores interesados en ésta
temática y otras en torno a la literatura, pueden visitar el Blog, América en
la Historia, la Literatura y la Filosofía en la siguiente dirección: https://americaseryliteratura.blogspot.com/
(2)
Laura
Restrepo Multitud errante. Editorial
Seix Barral 2001. Edición en internet.
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