1. Lo encontré en su casa. Hacía rato que no le
veía, siempre ocupado en reuniones. Me miró sorprendido cuando me plante en
medio de la puerta. Lo sorprendí. Estaba remendando la rodilla de un pantalón.
El “cuerpo acurrucado”, el tórax doblado hacia adelante, la cabeza gacha y unas
delgadas piernas blancas, que reclamaban presencia de sol, sobresalían de la
silla. Levantó la vista y se me quedó viendo…
2. Pablo ahora es miliciano. Su actividad política
en el barrio disminuyó por el llamado a defender la patria. Ahora su mayor
tiempo lo dedica a las prácticas militares, a participar en los comités de
defensa territoriales. La gente los llaman colectivos (*); todos encabezados,
dirigidos por el Alcalde, que ya le dieron, según dicen, el status de teniente.
3. Es un viejo sesentón, un luchador popular de
larga data en estos menesteres, un hombre crítico, de personalidad fuerte,
independiente, cuya solidaridad con los suyos raya en el despojo de su camisa.
Jubilado de tránsito, institución donde paso parte importante de su vida, la
cual le permitió conocer el estado y el país, así como el vínculo con muchos de
nuestros pueblos campesinos, que son los que principalmente conforman este
estado yaracuyano. Conoció lo que son las redes del poder y sus manejos a
través de la institución al cual presto servicio. Se jubiló con el grado de sargento.
4. Un barquisimetano que un buen día llegó al pueblo
y desde allí hizo su vida en estas tierras. De muchacho se crió en esa ciudad
en el extremo este, zona aledaña a la ciudad
para la época, con sus casas pobladas de campesinos llegados a la
ciudad, donde levantaron las casa de
bahareque y palma, los que tenían mayores posibilidades las techaron con zinc.
Mucho patio y vegetación serófila: cactus y cují y un sol que “partía las
piedras”. Hoy representa la zona de clase media
y pudiente de la ciudad. Es el “Este” con sus urbanizaciones y casitas
enrejadas, pintadas de colores con carro al frente. ¡La zona de los doctores,
los señores y señoritas” Muchos de estos primeros pobladores salieron empujados
por la civilización que los arrollaba; los renuentes, los que resistieron
quedaron, dejando una marca enclavada en la zona: un barrio en el corazón de la
urbanización del “Este”.
5. Pablo es un personaje reconocido por la
comunidad, vive en uno de los sectores más pobres del pueblo, que ya es mucho
decir. Al lado queda una urbanización que es lo opuesto tanto al pueblo como al
barrio; separada por una pared, cual “muro de Berlín”, que separan dos realidades;
una moderna, de clase media con su configuración urbana y estilo de vida
producto del mercado inmobiliario y el consumo; y otra, representada por la
tradición de los habitantes genuinos del
lugar, habitantes de los caseríos aledaños, así como habitantes empobrecidos de
la ciudad vecina que buscan un espacio donde construir su vivienda.
6. Activista de la comunidad, lidera el Consejo Comunal cuya mayoría de las
vocerías están asumidas por mujeres; cuestión que representa un dato particular
de la dinámica popular. Los hombres no están en casa, quién vivé sus
condiciones son las mujeres. Así pues, el Consejo Comunal asume todas las
actividades tales como la compra de alimentos subsidiados por el gobierno
(clap); la organización para la distribución y compra de gas comunal; la
atención de necesidades de distribución del agua bien sea de los problemas de
distribución por tuberías, como de distribución por cisternas. Así mismo,
participa de los comités de salud y contraloría del Ambulatorio Comunal; en fin,
un activista de las necesidades de la comunidad. Así mismo es el delegado en la
formación de la Comuna y su estructuración de gobierno comunal.
7. Su actividad de miliciano se lo toma en serio.
Rememora su tiempo de formación como soldado, y trabajó muchos años, hasta
jubilarse, en el Instituto de Tránsito Terrestre; así pues, se actualiza en los
ejercicios militares. Participa de los grupos que protegen la ciudad contra las
guarimbas, y la protección de la sede de instituciones gubernamentales propensas
a los ataques de la derecha. Participa como voluntario en las brigadas
nocturnas de vigilancia de áreas de bombeo del agua, así como de algunos
centros de distribución eléctrica que han sido atacados.
8. Conversamos y me cuenta de su experiencia de antiguo
soldado. Una vez me toco guardia en un punto muy alejado del cuartel. La
guardia se hacía desde una garita. Allí no había luz, sólo monte alrededor, entre
la gente circulaba el rumor que allí espantaban. Allí nunca pasaba nada, los
compañeros se quejaban de ser un sitio muy solitario y muy oscuro, si a uno le
pasaba algo nadie se enteraba; además todos comentaban que en las noches se
escuchaban ruidos extraños; cuestión que me toco comprobar cuando me mandaron
hacer la guardia en la garita.
9. Llegue en la tarde. Aquello era soledad y sol. El
monte cubría todo alrededor. Entre el viento que pasaba silbando, rompiendo el
silencio y el sol ardiente, “que partía piedras”; mi soledad buscaba, sin encontrar,
algo que la entretuviera. Cayó la noche y la oscuridad cubrió todo el espacio.
La luna estaba de paseo porque por allí no se acercaba. De una total oscuridad
mis ojos comenzaron aclimatarse poco a poco, al rato empecé a distinguir
algunas cosas. La escasa luz que aparecía venia cual pintor a fabricar imágenes
que mis pupilas y la imaginación convertían en figuras que se expresaban en las
sombras. Así pase largo rato hasta que comencé a escuchar ruidos…
10. El tiempo pasaba entre mi inquietud, las sombras
y los ruidos; que poco a poco fue minando mi incredulidad ante los fantasmas.
Me di cuenta que apretaba el fusil con fuerza; fue cuando me decidí averiguar
lo que estaba pasando. Baje con sigilo de la garita y agachado, fusil en mano,
comencé a caminar internándome en la espesura del montarral. Caminaba despacio,
agachado y apretando el fusil. Los ruidos se me hicieron más cercanos. A pesar
de la noche fresca estaba sudando y tenía la boca reseca. No me amilané, al
contrario, esa sensación de temor y reto simultáneos me interpelaban a seguir. Me
eché por completo al suelo y comencé a rampar. Avanzaba afincado a la tierra
por los codos y rodillas, empujando con mis pies. El fusil parecía soldado a
mis manos, dada la presión que ejercía sobre él.
11. Los sonidos se hicieron más cercanos. Me detuve
y puse el fusil en posición de disparar. No sé cuánto tiempo pasó; decidí
acercarme más y comencé a rampar de nuevo, no sabía pero me estaba acercando! -¿a
dónde?! ! No sé! De repente surgió una sombra gigantesca que pasó sobre mí
!Quede petrificado! -! Era un perro negro! Tras él siguieron dos chivos
grandes. Salieron de un poso convertido en basurero que quedaba distante de la
garita del cuartel. -Desde esa noche desaparecieron los fantasmas...
12. Pablo ha sido un revolucionario consecuente,
rechaza todo tipo de oportunismo. Cuando el chavismo comenzó a llenarse de
gente buscando acomodarse se fue al partido comunista. Desde allí mantuvo su
independencia y su honestidad. Fueron varios de los políticos que lo buscaban
para “hacer política”; varios de ellos llegaron a ser Alcalde del Municipio;
sin embargo después se olvidaron de él y hasta de la comunidad; claro, “siempre
hay problemas más urgentes e importantes que atender”. A ninguno fue a pedir
favor… Hoy con todas las críticas que tiene al proceso, a pesar de estar
“aguantando la pela” con dignidad, se incorporó a las milicias.
13. Cuando Chávez no era “Chávez”, Pablo estaba
incorporado al MBR 200 y fungía como propagandista del movimiento por su
propia iniciativa, haciendo gala de imaginación
política. En su bicicleta cruzaba todos los caminos de los caseríos llevando la
“buena nueva” del MBR 200. Visitaba la gente caserío por caserío, casa por
casa… Cruzaba toda la montaña que une Falcón con Lara y Yaracuy. Los mismos
caminos que un día transitara la guerrilla de Douglas Bravo. Hasta allí llego
el mensaje de los nuevos tiempos que se avecinaban con Chávez. La ausencia de
recursos no fue impedimento para lograr el cometido que exigía la situación,
implicaba desarrollar la imaginación.
14. El desafío estaba planteado y Pablo lo asumió;
se construyó su propia infraestructura de propaganda: Una bicicleta. Montó en
la parrilla trasera una batería de carro. Instaló un par de cornetas a cada
lado de la rueda trasera. Amarró al volante un par de micrófonos y una
“banderita” de Venezuela. Así, armado con tremenda aparato de propaganda, Pablo
recorría estos pueblos campesinos yaracuyanos. Pablo me mira y se sonríe: -
¿Coño! –dice- ¡Parecía un loco por esas
carreteras!
*
Generalmente se
entiende por “colectivos” los grupos políticos con características de tipo
militar que nacieron y se desarrollaron en Caracas, principalmente en la
parroquia 23 de Enero. La gente comenzó
a llamar a los grupos con característica de defensa o con actuaciones
ofensivas, “colectivos”. Debe considerarse la diferencia entre los grupos
nacientes en este estado y los caraqueños; lo cual no excluye que pueda estar
repitiéndose el mismo proceso de grupo
surgido en Caracas.
IMPRTANTE CRONICA,RECOGE EL ACONTECER POLITICO,ECONOMICO, SOCIAL DE LA VENEZUELA DE AYER Y HOY.
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