miércoles, 1 de julio de 2020

La historia como horizonte (y V)



Proletariado
Venezuela, del país agrario al petrolero.
Luis E. Villegas N.
Presentación.  
                              
            Este es el quinto articulo con que cierra la serie «Venezuela, del país agrario al petrolero», con que iniciamos esta sección «Proletariado», del «Blog. América en su Historia, su Literatura y su Filosofía»  Más adelante continuaremos con otros artículos correspondientes a esta sección, cuyas lecturas son complementarias con los de la sección «Narrativa del petróleo». Podemos decir que es una doble lectura sobre un mismo tema, abordado  desde dos perspectivas: la literaria y la histórica. El período va  de 1908 a 1936 de nuestra historia Venezolana.


            Sirvan pues estos artículos como un aporte al debate histórico e ideológico, al mismo tiempo que una invitación a la reflexión sobre aspectos centrales de  «La historia como horizonte»  en nuestro que-hacer político-social. Cerramos pues estas líneas, con una última consideración sobre el tema: “Nace un nuevo país y el proletariado es su arquitecto”.

La historia como horizonte.     
            
Lo transitado en la historia, así como lo que hicimos y sembramos será lo que recojamos en el futuro. En ello va la experiencia y el aprendizaje. ¡Es la historia como horizonte!

            La Venezuela moderna se ha constituido por la acción de los obreros petroleros, por ese proletariado.  Su acción y sentido social de clase ha  trascendido el escenario de la historia venezolana. Si la sociedad de partidos fue preponderante en la edificación del país, los trabajadores fueron y son fundamentalmente los que dieron sentido a la edificación del país que entraba  en la llamada modernidad. Consideremos algunos elementos de este aspecto.

            Un país va más allá que un espacio geográfico demarcado por unos límites que forman fronteras con otros territorios, que demarca a grupos de personas dentro del territorio. Un país está formado por relaciones sociales, formas de intercambio, usos y costumbres, así como también se constituye de  la memoria de su proceso histórico. Dicho de otra manera; está constituido por una acción de sujetos sociales, una historia y una cultura que le da fisonomía e identidad.

            En la historia venezolana el siglo XX representa el espacio de tiempo donde se conforma un nuevo entramado social, político, cultural e ideológico, que rompe con su evolución tradicional. Por éste hecho decimos: ¡Nace un nuevo país y el proletariado es su arquitecto! Comprender este hecho es fundamental tanto para el ciudadano común, como para el venezolano militante.

            Entendemos por ciudadano militante, al ciudadano activo, que actúa, que se informa, que se forma en tanto que tal. No al “ciudadano que  cede o delega sus derechos y responsabilidades en caudillos o instancias burocráticas o Estado. Miremos la sociedad  de la antigua sociedad Griega que veían sospechoso al ciudadano que no participaba de la ciudad; la cuestión que nos diferencia es que para ellos no todos eran ciudadanos, sino sólo unos pocos… Nosotros invertimos la ecuación.

            La Venezuela del siglo XX se construye a partir del petróleo y del sujeto social principal que son los trabajadores. Esta afirmación es más que una consigna; es un hecho histórico social constatado en su historia. Este es un hecho que requiere ser comprendido. La sociedad venezolana se articula en su propia dinámica a partir de los trabajadores y sus luchas.

 La modernidad llega a Venezuela con el petróleo a principios del siglo XX; vino acompañado del capital trasnacional y el imperialismo estadounidense. Esta modernidad fue la misma para toda Sudamérica, solo que según la especificidad del país adquiriría su propia fisonomía. La modernidad se nos presentó ofertando un mundo de progreso y desarrollo. El “paquete” incluía ideas novedosas, el positivismo como filosofía, su plataforma el industrialismo y el capital trasnacional. La oferta resultaba más que tentadora, haciendo suspirar a “Ariel” en su nostalgia  por el clasicismo atropellado por un modelo experimentado en la experiencia del país del norte.

La modernidad resultó un éxito para una burguesía local que nació y creció al servicio del capital trasnacional. El imperialismo, que pregonó “América para los americanos”,  fue inundando todo el ámbito de la sociedad venezolana. Al final resultó una oferta engañosa para la mayoría de la población, cuya condición de vida fue la miseria y la explotación.

La modernidad para Sudamérica significo la instauración la sociedad capitalista del tercer mundo. Las expectativas con que Venezuela entra al siglo XX estaban centradas en el positivismo como ideología y el industrialismo como plataforma de desarrollo; banderas que no eran otra que las premisas del modernismo.

El imperialismo y el capital extranjero fueron motores de la transformación del país. El modelo produjo los factores componentes de la contradicción; por un lado, la formación de una burguesía, que creció engarzada y dependiente del capital trasnacional, favoreciendo el saqueo y la riqueza de los recursos naturales (petróleo en el caso venezolano). Por el otro,  un nuevo sector social emergía, el  proletariado venezolano, que con la  fuerza de trabajo de los obreros movía toda la maquinaria de producción petrolera y social. 

Se establecía entonces las condición necesarias del  nuevo estado social capitalista, tal y como lo formulara Carl. Marx, cuando  enuncia la contradicción capital / trabajo como factor histórico social que aparece en la revolución de la burguesía.  Esta contradicción  / capital trabajo, explica la conflictividad social que aparece en todo el período. Su expresión no es otra que la manifestación de la lucha de clases en la formación de la Venezuela de principios del siglo XX.

En estos rasguños históricos (contenidos en los artículos) , hemos dado algunas pinceladas en torno a: El contexto venezolano de finales del siglo XIX y las condiciones en que entramos al XX. La aparición del petróleo y el imperialismo en la trasformación del país. La aparición del proletariado venezolano y su rol en la construcción del país. La evolución de la organización obrera, su secuestro por el reformismo occidental y el estalinismo; la subordinación de la clase al partido y la preponderancia de su vanguardia política sobre la clase obrera en tanto que sujeto del proceso. Temática que debe ser abordada en una reflexión general y colectiva.

 Como queda dicho, son rasguños históricos de nuestro proceso, son elementos de una temática que habría que; por un lado, profundizar en otro espacio más amplio; por el otro, debatirlo desde una dinámica colectiva en el seno de los trabajadores y el movimiento social.

 Nuestra lectura de esta parte de la  historia venezolana nos dice que el período de la gestación de la modernidad venezolana y la aparición del proletariado moderno venezolano es fundamental para la comprensión de nuestra realidad actual.  Aspecto este que consideramos que no abordado con la suficiente atención, dada la implicación de la temática en nuestra identidad de país y pueblo.

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