América tras el
Pincel,
Fernando Botero Ángulo. Medellín Colombia. 1933.
Selección y notas, Luis E Villegas N.
Su personalísimo estilo tiene rasgos fácilmente identificables. El agrandamiento o la deformación de los
volúmenes, ha merecido la admiración tanto de la crítica como del gran público.
Cuestión que no puede sustraerse a la
singular expresividad de una estética en la que las problemáticas humanas y
sociales ocupan un lugar prioritario.
Fue el segundo hijo de David Botero Mejía y Flora Angulo de Botero. Su formación fue fundamentalmente autodidacta; aún cuando asistió durante un corto tempo a las academias de pinturas de San Francisco en Madrid-España y San marcos en Florencia. A decir del propio Botero su formación fue a través del conocimiento adquirido en la calle con otros pintores y sus realidades, así como de las visitas a distintos museos.
Llegó a Bogota a los 19 años. Hizo allí su
primera exposición individual de acuarelas, gouaches, tintas y oleos en
Dos opiniones al voleo sobre su obra. El crítico Walter Ángel, en 1952, en el periódico el Tiempo opinaba:”Una composición vigorosa, bien construida y bien realizada”. O su pare el escritor Luis Vidale le critica por su “inconceptual alargamiento de las figuras”.
A partir de 1975, en Pietrasanta se dedicará a la escultura.
Botero viajo por Europa; luego recorrería México y New Cork, Washintong y así como Paris.
En 2003 realizó una serie pictórica e 50
piezas sobre las torturas cometidas por los marines en la cárcel Iraquí de Abu
Ghraib, en el marco de la ocupación americana. Fue presentada en el Palacio de
Venecia en Roma.
Botero y el “Escuadrón curvy”
Un colectivo de mujeres mexicanas recreó algunas conocidas obras de Fernando Botero en una campaña que busca dimensionar la belleza de todos los cuerpos.
Dedicaron una serie de pinturas a tal objetivo la cual difundieron por
distintos medios. La campaña fue definida como Botero y el “Escuadrón
curvy”. Plantea el colectivo de mujeres en una rueda de prensa en octubre de 2012:
“Botero estaría de
acuerdo. Su proyecto artístico nunca ha sido pintar figuras gordas: “Lo
que yo he hecho es expresar el volumen como parte de la sensualidad que debe
tener el arte. Si pinto una naturaleza muerta, un animal, una mujer o un hombre
siempre hay un interés por exaltar la forma, por hacerla más monumental, más
plástica,” “Como hay una coherencia, y todo lo que hay en el cuadro corresponde
a la misma idea, uno sólo puede hablar del estilo, no de contrastes.”
Elisa Pomposo y sus amigas han posado como los protagonistas de “Pareja bailando”, “Mujer con pájaro”, “Madre e hijo”, “Mujer con fruta” “Bailarina” y “Hombre.”. Un mensaje a hombres y mujeres alrededor del mundo: acepta tu cuerpo y admira tu belleza.
Lorey Morales posando como ‘Mujer con pájaro‘ (1973)
Salomé Piña posando como ‘Mujer fumando‘ (1994)
Elisa Pomp
EN LA VIDA CADA QUIEN OPINA SUGUN SU INTERES, Y HAY UN DECIR: CADA CABEZA ES UN MUNDO...
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