Narrativa venezolana
Luis E. Villegas N /
Un viejo reloj de pared, con mecanismo para anunciar la hora, uno esos relojes de los que hemos conocido, u oído hablar, que les llaman “cucu”, es el punto de partida de una historia que conjuga fantasía y el hecho concreto de la cuestión social humana.
Este es el cuento “El ermitaño del reloj” (*)
que escribiera la autora venezolana Teresa de
Nuestra autora creció en el período de formación
de
Teresa de
El cuento lleva por título “El ermitaño del
reloj”, ocupa 14,5 páginas en la edición de bid & CO Editor, C. A. 2007.*
La trama es narrada de manera sencilla y clara; sin embargo, encierra problemas
fundamentales del hombre que han sido abordados por
La narración esta estructurada en una secuencia
lógica, progresiva, sin saltos que confundan al lector. En el primer parágrafo
la autora introduce al personaje y al
contexto donde se desenvuelve la trama. De manera progresiva encontramos en los
primeros parágrafos los elementos que serán el centro del desarrollo y las
claves del desenlace de la historia.
Como queda dicho, dos planos conforman el
horizonte y el contexto de la narración. La autora crea un mundo fantástico al
dotar de vida los objetos que conforman la casa de una familia tradicional de
comienzos del siglo XX. Clima de fantasía que conforma un cosmos particular,
vital, donde los objetos que pueblan la casa adquieren vida.
La autora construye un mundo de fantasías,
creando relaciones entre los objetos de la casa que han cobrado vida. El
personaje principal viene hacer el “ermitaño del reloj”, que no es otra cosa
que la imagen que representa el accionar del sonido de las campanas del reloj.
Es un personaje cuya función lo hace estar vinculado al tiempo; hecho que le
impregna de una importancia preponderante, dado la importancia que el tiempo
tiene para las personas.
El elefante de cerámica nos contextualiza un
mundo cuyo ámbito puede ser África, Asia, dada la aureola religiosa o de
palacio que irradia en tono a si. Un loro que nos acerca la naturaleza en su
más simple expresión. Un jarrón con sus adornos en relieve en cuyo centro tiene
la figura de una reina de un lejano país; así mismo como al continente que
pertenece. Es donde habita “
El otro plano esta representado por los
contenidos de la cuestión humana, que como tema eje lo encontramos en la literatura Clásica Universal. La ética,
la moral, la libertad, la trascendencia, temas por excelencia que abordó esa
literatura. En el caso que nos ocupa, sobre un escenario de fantasía emergen
los problemas vitales del hombre. Temática eterna que ocupó y ocupa el ayer y
el hoy del hombre en sociedad. Esta es la temática que emerge tras un aparente
cuento simple y fantasioso. La narración se trasformado en una narración con
temática universal, que interpela la vida y su sentido, concreto, vital, que
interpela la vida y su sentido.
Resaltamos dos aspectos cuya significación
general del cuento es importante abordar para nuestra comprensión de la
realidad. En primer lugar, resalta una literatura con un contenido
profundamente humano que incide directamente en los problemas del hombre. Una
literatura que trasciende el contexto de
una “ciudad pueblerina”, de un localismo regional. Una literatura que rompe el
contexto político social, que se expresa en pleno proceso de la formación de la
modernidad venezolana cuya expresión literaria que la expresa va por otros
derroteros.
En segundo lugar, llama la atención la juventud
de la autora y el carácter profundo de la obra. Por lo general, lo comúnmente
que encontramos, es un autor que después de largas experiencias vitales,
escribe con sentido de profundidad de la vida; aspecto éste que no encontramos
en la vida juvenil. Hemos escuchado que en el ámbito de la ciencia puede
encontrarse el fenómeno de la precocidad de autores; más no en el de la
filosofía.
Notas:
(*) Narrativa Vanguardista Latinoamericana.
Los mejores relatos. Selección, presentación y notas Álvaro Contreras. Bid
& CO Editor, C. A. 2007. Venezuela.
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