martes, 1 de diciembre de 2020

Narrativa del petróleo

El cronista del petróleo.

Luis E Villegas N

            Muchos de los hechos históricos conocidos en la historia se deben gracias a las crónicas y los
cronistas. En nuestra historia americana su papel fue fundamental como testigos que registraron las circunstancias y hechos que nos ayudan a explicar nuestra conformación política-social. La crónica paso a ser en la historia de la literatura, un género de importancia vital.

            La realidad de la Venezuela petrolera y la conformación de un proletariado petrolero con sus luchas y organizaciones, a principio del siglo XX, tiene su cronista: Jesús Prieto Soto.  Su crónica es la del hombre sumergido en la realidad, que toma el puso del hecho, lo recoge, lo difunde.  Sus medios fueron el periodismo, la amordazada prensa, la naciente prensa obrera y los comienzos de la radio difusión. Más tarde aparecerá la Venezuela  plasmada en los libros de crónicas del petróleo.

            Diferenciemos crónicas y cronistas.  Hablamos de una crónica y un cronista que no tiene nada que ver  con un cargo burocrático institucional, cuyo producto no deja de ser cuestionable en cuanto alcance y significación. La distancia no es poca de aquellos, que aún cuando fueron cronistas oficiales, desarrollaron una labor que trascendió el cargo político burocrático. Cronistas de la talla de Enrique Bernardo Núñez dan colorido y relevancia al género de la crónica, en cuanto que conjugó historia y crónica en una escritura impecable.

            Hoy, a más de un siglo de la emergencia del petróleo, tras el reventón del Barroso II el 14 de Diciembre de 1922, el paria de esta tierra que sembró sus huesos en espera de  emancipar su hambre, todavía hoy espera la ilusión de redención que despertó el petróleo con las “Compañías, los políticos y el Estado que se hizo petrolero. Esa realidad fue recogida en las crónicas de Prieto Soto. (1).

            Escribe el cronista: “La Venezuela rural agotada y diezmada por el paludismo y flagelada por el látigo cruel y temario* del latifundista gomecista,  ilusoriamente se deja arrastrar por el reventón petrolero del Zulia”. Más adelante continúa el cronista: “Al igual que la fiebre del oro, la gente se ilusionaba, exageradamente se afirma: ¡Corre la morocota y la libra esterlina oro como punta de ganado cimarrón”. (2)

            Jesús Prieto Soto nació en Maracaibo el 8 de Agosto de 1931 y murió en la misma ciudad en Diciembre del 2018. Vivió su infancia y parte de su adolescencia entre Maracaibo y Cabimas. Vivió y trabajo en el contexto del desarrollo de la industria petrolera y el crecimiento de las ciudades que nacían al ritmo de la  explotación petrolera. Su actividad como periodista y difusor de la realidad petrolera le lleva por todo el país, haciéndolo el cronista del petróleo.

            Sus primeros estudios los hizo en el liceo Baral de Maracaibo; luego paso a la Escuela Militar de Venezuela. Hacia finales de la mitad del siglo XX, se da el primer gobierno por elecciones; allí participaron como candidatos Rafael Caldera por Copey; Gustavo Machado por el partido Comunista y Rómulo Gallegos por Acción Democrática, quién sería elegido Presidente. Tras su derrocamiento Jesús Prieto Soto fue detenido en la persecución general que se desato tras el golpe de estado, siendo recluido en el Castillo de Puerto  Cabello.

            Al bajar las aguas de la tormenta política encontramos al cronista  ejerciendo el periodismo deportivo en el Diario de Occidente de Maracaibo. Luego trabajó como jefe de prensa de la Creole Petroleum Coporation durante los años 52 y 53. Con el ascenso de la dictadura de Pérez Jiménez, se exila en Chile por dos años; donde hace estudios de economía y periodismo.

            De regreso a Venezuela  trabajó en la compañía  Shell de Venezuela, como jefe de prensa en la zona petrolera. Participó junto con Guillermo Céspedes Rivera promoviendo la carrera de periodismo en la Universidad del Zulia. Eran los años 1956-1960. Luego trabajará en la corporación Venezolana del Petróleo CVP. Para 1964 ejerce su actividad como profesional libre, después de diversas actividades y estancias en Brasil y Argentina, se dedicará a partir del año 69 a la actividad de os  trabajadoras petroleros, en todo el país, recogiendo sus luchas, la dinámica sindical y promoviendo desde la Universidad del Zulia cursos y estudios para dirigentes sindicales del Zulia, Trujillo y Táchira. Así miso promovió la actividad radial entre los sindicatos.

            La perspectiva de la crónica de Prieto Soto. El hecho del petróleo y su impacto en la naturaleza, la sociedad y el hombre han sido recogida por diverso géneros literarios. Petróleo y literatura es el eje de una polémica que aborda la representación de una realidad específica como la petrolera. Si hay o no novela del petróleo es una de sus vertientes de la polémica venezolana; así como también, por supuesto, de otros géneros.

            Más allá del hecho literario queremos destacar el carácter de testimonio, el sentido clásico de la crónica que se manifiesta en el trabajo de Jesús Prieto Soto.  Se percibe al hombre-observador de la realidad, inmerso en la dinámica social. Esta característica nos la señala el propio cronista y la encontramos en una de las presentaciones de su Obra:

            “La historia que se recogen en esta páginas han sido fundamentalmente escritas, oyendo a sus atores humanos, vivos, que involucran pasiones, deseos, aspiraciones. La historia sindical venezolana, particularmente la petrolera, ha existido en su mayor parte en la tradición; es decir en el correr verbal entre los viejos y los jóvenes. (3).

El autor es poco conocido entre nuestros lectores actuales, (es conocido principalmente en el ámbito de los estudios de la s relaciones industriales), cuestión que se explica dado el marco de la dinámica actual del movimiento obrero, en un contexto donde la literatura de la realidad obrera ocupa lugar secundario. Nuestro imaginario histórico-cultural actual y sus manifestaciones, hacen del interés de los lectores, y en consecuencia de negocio editorial, que la visón vaya por otros derroteros.

            Una amplia obra nos legó el cronista del petróleo venezolano; entre las cuales se encuentran:

* El Chorro: gracia o maldición. (1960.1962.1975.1978.1997).

* Breve reseña de siglo y medio de periodismo zuliano. (1958).

* SOEP de Cabimas. 25 años. 1936-1961.

* Los 300 años de sindicalismo petrolero en el Zulia. (1967)

* Luchas obreras or nuestro petróleo. (1970 y 1971)

* ABC petrolero. (1970).

* Conformación ideológica petrolera venezolana.(1975,1977 y 1980).

* Del chorro a la reversión. (1977,1980).

* Huellas históricas petrolera. (1978 y 1980)

* Arriba Juan Pablo. (1982).

*Bajo el sol paraguanero. (1984).

            Jesús Prieto Soto ha sido un escritor que nos  ha develado el mundo petrolero venezolano. Su obra ha sido de significativa importancia para el proceso de lucha de los trabajadores, la constitución del movimiento obrero, así como de la cultura venezolana. Representa un valor fundamental en el desarrollo de nuestra historia, a pesar de la falta de reconocimiento a su labor en la conformación de un país y su identidad venezolana.

Notas

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(1). El lector interesado en la temática puede consultar, a través de la dirección, americaseryliteratura.blogspot.com; el Blog “América en su Historia, su Literatura y se Filosofía”.

(2). Conformación ideológica del petrolera. Jesús Prieto Soto. Sin editorial. Imprenta Bogotá- Colombia. 1980. Pág. 73.

(3). Ibídem

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