sábado, 1 de julio de 2023

Parte de guerra


Se mueven posiciones en el tablero.

Luis E. Villegas N.

 

El estado de guerra, que actualmente vive el mundo no es más que el preámbulo de la configuración de una realidad político-social-ideológica que está emergiendo, sin precedentes en toda la historia de la humanidad.

Emerge un nuevo contexto del poder del capital hegemónico mundial,  que se reajusta a partir de viejos actores y la incorporación otros no tan nuevos.  Contexto este que la Humanidad toda deberá asumir, tras el hecho del dominio de los poderes vencedores de la guerra.

El reparto del mundo como botín configurará una nueva realidad política-social-ideológica. Oriente ocupará un lugar preponderante en esa nueva hegemonía mundial. La periferia seguirá siendo la periferia y el cambio operado en su seno no será otro que el reajuste en el orbitar alrededor del poder imperial mundial. 

La nueva paz de los vencedores será impuesta al resto de países bajo la egida del poder triunfante que determinará el nuevo orden internacional hasta el próximo ciclo, como éste, que emergió tras la guerra del 45 y cuya fotografía nos nuestra a Churchill, Roosevelt y Stalin sonrientes en Yalta, como triunfadores de esa guerra.

En esta guerra, la conflagración Rusia-Ucrania representa las piezas en posición central del tablero. Los medios buscan que centremos nuestra atención en ese punto, como si las acciones y movimiento de los otros espacios (donde estamos nosotros incluidos) del tablero no configuraran el terreno que condiciona el movimiento de las piezas fundamentales en esta guerra.

Los diversos movimientos sobre el tablero nos muestran la lucha de las respectivas potencias por tener mayor control de espacios que les permita una mejor posición a la hora de llegar al nuevo reparto del mundo.

Las acciones directas de los imperios no se manifiestan abiertamente, actúan a través de otros que son sus aliados y que están plegados a la política de uno de los bandos. Sin embargo, los EE.UU. han penetrado y negociado con Taiwan; cuestión que hizo reaccionar a China. Mientras que ésta ha venido extendiendo su diplomacia por todo el oriente medio contribuyendo a  acuerdos entre países que habían roto sus relaciones hacía ya mucho tiempo; lo mismo en otros puntos del globo terráqueo, donde han crecido su presencia a través prestamos y acuerdos económicos.

En el panorama Sudamericano destacan, por un lado el rol que está asumiendo Lula como mediador de paz mundial al mismo tiempo que desarrolla intentos de políticas integracionista en el continente, Su respaldo a Maduro y la convocatoria a un encuentro continental de presidentes a puesto nuevamente sobre el tapete la cuestión  de la “Unidad Sudamericana” a pesar de las diferencias políticas-ideológicas entre los países.

Durante el mes de junio se han registrado varios acontecimientos en Sudamérica que son indicadores del movimiento de posiciones en la actual confrontación entre los imperios dominantes del  mundo.

El presidente de Brasil, tras su gira por Europa convocó a los Presidentes  latinoamericanos a una reunión en torno a la integración latinoamericana y dar pasos en este sentido para obtener una mejor posición de la región ante la crisis actual.

La reunión puso de manifiesto el cuadro político – ideológico del continente que van desde posturas de derecha a las de centro izquierda con gobiernos “progre”, donde la izquierda tradicional brilla por su ausencia. Allí estuvieron Argentina, Colombia, Uruguay, Chile, Paraguay. Perú, Ecuador, Guyana, Surinam, Venezuela.  Reunión que tuvo su impacto en la lucha entre las potencias por lograr integrar países a sus posiciones.

Transcurridos varios días de la reunión se anunció el ingreso de militares norteamericanos en Perú, con el objeto de realizar ejercicios militares en la zona y actividades de entrenamiento a las Fuerzas Armadas peruanas y la policía nacional. A demás del armamento militar contempla medios aéreos y náuticos. Los militares norteamericanos tomaron, además de Lima, 15 ciudades del Ande Peruano.

La resolución fue tomada y firmada `por  y el Presidente del Congreso José Wiliians. La Presidenta de la República Dina Boluarte. El Ministro del Interior, Vicente Romero.

Según analistas la acción estadounidense en Perú no es tanto para asegurar la dictadura, ya que esta representa el golpe de Estado perfecto, donde los civiles dan la cara y en el poder está el ejército. La acción va más a reforzar la presencia americana en el continente ante el triunfo del Presidente Petro en Colombia, donde residen las bases militares norteamericanas y los acuerdos con la OTAN.

Por otro lado, hay que derrocar al gobierno boliviano que resistió y derroto al golpe militar en Bolivia patrocinado por los EEUU, además del interés por el litio donde “Bolivia posee 21 millones de toneladas de reservas, Argentina, 19,3, y Chile, 9,6. Los analista deducen que la frontera peruana con Bolivia será militarizada, de allí los movimiento golpista que se renuevan en ese país.

Como otro significativo evento se registra la vista del Presidente de Irán Seyed Ebarian Raisiye, a Latinoamérica. Se amplían las relaciones de Latinoamérica más allá del control estadounidense por otra revolución contraria a los EE.UU. Es notorio el carácter ideológico de los discursos frente al poder imperial estadounidense marcados por tres de los países que ideológicamente se distancias de los EE.UU: Nicaragua, Cuba y Venezuela. Consideremos que las relaciones entre Irán y América latina

tienen antecedentes; el Presidente Mohamud Ahmadineyad visito por tres veces al continente y estuvo en Bolivia, Ecuador Argentina y Venezuela.

En paralelo a estos eventos La presidenta Xiomara Castro de Zelaya de Honduras, país centroamericano, iniciaba una gira por China donde se reunía con el Presidente XI JinPing, donde se formalizaba la ya existente presencia China en Centroamérica. El Presidente Chino expresó su convicción que los esfuerzos conjuntos de ambas partes en las relaciones Chino-hondureñas disfrutaran de un desarrollo estable y duradero y avanzar hacia un futuro brillante.

Frente a este cuadro de eventos con connotación geopolítica, de fuerte impacto en las relaciones conflictiva China EE.UU, aparece la noticia que el Secretario de Estado Antony Blinken visito  China donde se reunió con el principal asesor de la política  exterior  y el ministro de interiores Chino Quin Gang. Noticia  que sugería la búsqueda de un acuerdo entre las potencias en torno al control del mundo; sin embargo, días después el Presidente estadounidense Joe Biden llamó dictador al presidente de China Xi Jinpin. Por supuesto la reacción China no se hizo esperar. Más tarde declaró Biden que sus palabras sobre Xi, a quien llamó ‘dictador’, no han tenido ‘consecuencias reales’.

 Estas contradictorias acciones son indicadoras de las tensiones y estrategias políticas de los centros imperiales por retomar el control del mundo. Es la manifestación de cómo se mueve el tablero internacional desde esta parte del mundo, buscando la jugada que permita a uno de los contendores dar “jaque mate al otro”; o en todo caso, sacar la mejor tajada en el reparto de la torta

 Toca a los pueblos subdesarrollados consolidar sus propias perspectivas políticas a fin de subsistir ante una nueva arremetida de los imperios contra los pueblos del mundo. !No es la hora de los pueblos!

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario