sábado, 23 de mayo de 2020

El negro en la Literatura Sudamericana

Narrativa de la Negritud.
Luis E. Villegas N.

            Lo negro como atributo del hecho humano, como realidad histórico-social, como realidad cultural, es un elemento constituyente de nuestro Ser Americano. Realidad conformada por un tronco común para todo el continente: ¡África!
            La expresión de esa geografía física, humana; a pesar del tronco común es diversa, múltiple; haciendo díscola la comprensión de lo que somos como entidad social y humana. El negro norteamericano, el negro antillano, el negro continental sudamericano, el negro de la montaña andina,  es producido por el hecho cultural específico desde aquellos espacios que les sirvieron de asentamiento. Danza, poesía, narrativa, música, etc., son expresiones de esa cultura de la negritud. Factores comunes y diversas que amalgamados conformaron la entidad de aquello que somos.
            El reconocimiento es una categoría central en la historia de la negritud. Lo negro, como entidad humana no siempre ha sido reconocida en tanto que tal. Su reconocimiento a pasado por superar los extremos de la segregación social, la cual ha pasado de la negación como ente humano, hasta el más grosero racismo actual de la Sociedad Moderna Occidental y  Cristiana. No ha sido suficiente más de quinientos años de historia Sudamericana para ser reconocido la negritud de manera integral como entidad humana.

            Nombrar lo negro, referirse al hecho de la negritud nos lleva, por lo general, a un terreno polémico, con matices ideológicos, dada la connotación que encierra el termino. En nuestra reflexión utilizamos el término negritud y con ello nos referimos al sentido dado por el poeta martiniqueño Aimé Césaire, en su poema “Cuaderno de retorno al país natal”. Occidente instituyo el término(1) más el sentido dado por Césaire implica movimiento, destino. El nacimiento del término ocurre en Paris, entre el movimiento de estudiante negros provenientes del África y del Caribe, cuyos países eran colonias francesas.
            La vida esclava fue una a pesar que el modelo esclavista no era único. Los ingleses consideraban al esclavo como un bien, un objeto de compra-venta; a diferencia de los otros  colonialistas; no tenían tradición esclavista, por tanto no tenían definiciones y leyes específicas para abordar la negritud. Su visión del hombre no contemplaba al negro africano.
            Los países españoles y portugueses poseían una tradición esclavista, que les hizo reglamentar esa “actividad”, por tanto contabas con normas,  leyes y definiciones. Consideraban al esclavo como humano, de menor rango o categoría que se podía esclavizar, en la práctica mantenía un régimen oprobioso e inhumano a pesar de las definiciones. El sistema de plantaciones estaba concebido sobre la explotación de mano de obra esclava. El esclavo era una pieza más del sistema de producción. Este hecho marco el centro de la lucha abolicionista y anti-esclavista; se reivindicaba el reconocimiento del negro como entidad humana, cuestión que va a cobrar fuerza en el siglo XIX.
         La literatura da cuenta de este proceso que llamaremos negritud, y lo hace de manera original, propia; no como la hace la Historia, la Sociológica, la antropología, etc.; como ciencias que tienen por objeto develar aspectos de la realidad, según su perspectiva y objeto de investigación. La literatura, en su expresión de la negritud, es un proceso que se produce al interior del mismo desarrollo de la negritud. Una narrativa de la negritud es pues, producto del desarrollo de ese sujeto social que representa el negro. Mariátegui al plantearse el problema de la literatura indigenista decía: “Habrá literatura indigenista cuando sean los propios indígenas quienes  lo escriban”; sentencia que es válida para la narrativa donde la cuestión del negro está inmerso. La historia de la literatura nos muestra, que por lo general, las primeras expresiones literarias han sido hechas por blancos y es más tarde cuando los propios negros la desarrollen.
       De las primeras manifestaciones literarias, que nos llegan como narrativas de la negritud, encontramos varias de ellas situadas en la primera mi mitad del siglo XIX. Su contexto lo representa el movimiento antiesclavista, que se venía desarrollando, tanto en algunos países europeos, como en las colonias de Sudamérica.
        La cabaña del Tío Tom, novela norteamericana, publicada por entregas  en un periódico de Washington, “The National Era”; más tarde fue publicado en formato de libro en 1852. Su autora fue Enriqueta Breecher Stowe (1812-1896). Dentro de estas primeras narrativas encontramos a “SAB” (1841), novela cubana de la poetiza Gertrudis Gómez de Avellaneda, fue caracterizada por la crítica como la primera novela anti-esclavista sudamericana. Paralelamente a esta novela se desarrollo  un movimiento literario en Cuba, del cual no formó parte la Avellaneda; movimiento que se aglutino en torno a la Tertulia Literaria de Domingo del Monte. De allí surgen varios escritores  que abordan la temática, cuyas obras se difundirán hacia la segunda mitad del siglo XIX.
        Debe destacarse que de este movimiento surge un poeta esclavo, autodidacta, que animado por Domingo del Monte, escribe lo que se considera la .única y primera autobiografía de un esclavo. Fue presentada como documentación de denuncia de la situación de esclavitud, en un Congreso Internacional anti-esclavista, realizando en Inglaterra en 1840. Otras de las novelas resaltantes de este período de gestación de la literatura negra, lo representa Estela (1859), novela haitiana, considerada fundacional de la literatura haitiana. Su autor, aunque no vivió directamente los acontecimientos en el período de la revolución haitiana, vivió de cerca las consecuencias de esos hechos; y dada su postura política debió exilarse en Francia. Su autor fue Émeric Bergenud (1818-1858), quién la escribiera durante su exilio (2)
         Narrativa de la negritud es la sección de este blog “América en la Historia, la Literatura y la Filosofía” que agrupa los artículos relativos a la reflexión de la negritud como parte del componente de nuestra identidad. Allí pues, difundiremos nuestra reflexión sobre la genealogía del Ser Americano.  
Notas:     
(1) La definición dada por el Diccionario Larousse es: “Negritud . Condición de las personas de raza negra. Conjunto de valores culturales y espirituales del mundo negro: la negritud ha sido definida pòr Sengher”
(2) Puede verse sobre esta novela el artículo publicado en este blog


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